
Los micronutrientes desempeñan un importante papel en la consecución de una buena salud. Principalmente, se trata de vitaminas y minerales, y ellos son elementos esenciales para el buen funcionamiento de nuestro cerebro, nuestros huesos y en general el cuerpo entero.
El hecho de que se les llame micronutrientes, se debe a que son necesarios en pequeñas cantidades. Aun así, esto no significa que no sean esenciales.
Cada uno de ellos cumple una función importantísima en el mantenimiento y desarrollo de una salud óptima en el ser humano (revisión), de ahí que resulten esenciales, ya que la carencia de cualquiera de ellos para a provocar inevitablemente un trastorno en nuestra salud.
¿Qué función desempeñan los micronutrientes?
Lo cierto es que son fundamentales en las etapas de crecimiento y desarrollo, dando lugar a graves problemas cuando no enfrentamos a situaciones de su carencia. Este tipo de nutrientes resulta indispensable para el organismo. Según nuestra edad, sexo, o complexión física necesitaremos una cantidad u otra de cada uno de estos micronutrientes.
En un principio, una dieta equilibrada debería aportarnos todos lo micronutrientes necesarios, de aquí la importancia de alimentarnos mediante comida de verdad.
Lo que ocurre, es que en muchas ocasiones no se eligen adecuadamente los alimentos que se consumen, lo que conlleva que aparezca un déficit nutricional.
Esta nutrición inadecuada, puede llevarnos a un estado carencial de nutrientes y como consecuencia puede afectar al buen estado de salud.
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¿Cuáles son los principales micronutrientes esenciales?
Los micronutrientes no aportan precisamente energía, pero sin embargo resultan necesarios para el correcto funcionamiento bioquímico del organismo humano.
Existen 2 dos grandes grupos.
Vitaminas
Las vitaminas pueden dividirse en:
- Hidrosolubles (solubles en agua): las ocho vitaminas del grupo B y la vitamina C.
- Liposolubles (solubles en grasa): vitaminas A, D, K o E.
Ciertas vitaminas como la A que podríamos encontrar en la yema del huevo e higado, juegan un papel muy importante en la modulación del sistema inmune ( estudio, revisión )
Minerales y oligoelementos
Se incluirían en este grupo el calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, cloro, azufre, hierro, yodo, cinc, cobre, cromo, selenio y flúor.
¿Qué beneficios nos aportan los micronutrientes?

Vitaminas
Si empezamos viendo qué beneficios nos aportan las vitaminas podemos hablar en primer lugar de las vitaminas A y C. Dichas vitaminas, ambas con un gran poder antioxidante, son básicas para el adecuado desarrollo de nuestros huesos. También ayudan a mantener en un óptimo estado el sistema inmunológico humano.
Como hemos visto antes la vitamina A podemos encontrarla en la yema de huevo e higado que por cierto tiene una alta concentración y con el consumo esporádico ya sería suficiente.
Por otro lado tenemos la Vitamina C, participa de forma activa en múltiples funciones del sistema inmune (estudio), mediante un consumo normal de frutas y verduras no debería existir deficiencias.
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La vitamina D, por otro lado, es la encargada de regular el nivel de calcio y fósforo en los huesos, aunque esto va mas allá (detalle).
Asegura, por otro lado, un buen funcionamiento del sistema nervioso central y de esta manera, se mantiene el control idóneo de los impulsos nerviosos y las contracciones musculares.
Ademas un déficit de vitamina D se asocia a mayor probabilidad de contraer enfermedades autoinmunes (estudio, estudio)
Las vitaminas del grupo B destacan por su capacidad para ayudar al organismo a sintetizar glóbulos rojos. También tienen un papel muy importante en la formación de ciertas proteínas.
Gracias a este grupo de vitaminas se obtiene energía a partir de ácidos grasos, y se desarrollan adecuadamente los recursos de reserva de energía a nivel muscular.
El sistema nervioso, a modo general, también se ve muy beneficiado a partir de la acción de estas vitaminas del grupo B.
Minerales

Vamos a describir los minerales más beneficiosos a continuación, y ver qué repercusiones en nuestro estado de salud tiene su carencia:
- Potasio: lo encontramos en frutas como plátanos, naranjas o fresas y en hortalizas como el apio y la cebolla. El déficit de potasio conlleva la aparición de fatiga, dolores musculares y tensión baja.
- Hierro: esencial para evitar la fatiga y el cansancio. Las carnes rojas, aves, pescado y marisco lo contienen, por ejemplo. La carencia de este mineral puede conducir a graves estados de anemia y el exceso tampoco es beneficioso (estudio, estudio, estudio, metaanalisis)
- Calcio: el mineral ideal para los huesos por excelencia, el control de las contracciones musculares y la transmisión de los impulsos nerviosos… La falta de calcio puede hacernos sufrir calambres, entre otros síntomas.
- Selenio: importante por sus propiedades antioxidantes y el papel de defensa ante los radicales libres producidos por el sobreesfuerzo (detalle). Su consumo evita las molestias musculares. Pescados, cebollas, tomates, brécol, salvados y pan integral de trigo, serán algunos alimentos ricos en selenio.
- Magnesio: se trata de un mineral necesario para la construcción de las proteínas en el interior de las células. Por lo tanto, contribuye beneficiosamente al mantenimiento cardiovascular (revisión) y de la musculatura.
- Zinc: necesario para el correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunitario (estudio, estudio). Participa activamente en la división y el crecimiento de las células, favorece la cicatrización de las heridas y participa en el metabolismo de los carbohidratos.
La gravedad de la carencia de micronutrientes en la alimentación
Lo cierto es que los desórdenes en nuestra salud pueden ser de una alta gravedad cuando se hace palpable una falta de micronutrientes.
No llevar a cabo una alimentación adecuada y de calidad puede tener consecuencias muy perjudiciales para la salud humana.
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Los micronutrientes son clave en las etapas de crecimiento, como son principalmente la infancia y la adolescencia, donde favorecen y conllevan el desarrollo óptimo de nuestro organismo (detalle).
Aunque no significa que en la edad adulta debamos dejar de lado la ingesta de cantidades suficientes de micronutrientes. Son básicos para llevar una vida en un adecuado estado de salud.
Comamos comida de verdad 😉